En el mundo vertiginoso en el que se vive pareciera que concentrarse en algo ha perdido sentido o cuesta mucho más trabajo que antes. Existe la aparente necesidad de estar todo el tiempo entretenidos. Si algo no capta el interés de manera inmediata se cambia de actividad. La tecnología permite con un clic cambiar de estímulo y reduce el tiempo de espera entre una actividad y otra de manera considerable. Permanecer atento a una sola cosa pareciera ser casi imposible.
Aunque esto pueda ser cierto, se necesita la concentración porque el cerebro es limitado y solo puede procesar una cierta cantidad de información a la vez. Si no se pudiera seleccionar la información y concentrarse en un estímulo en particular prestando atención suficiente, no se podría aprender a pensar. El concentrarse permite discriminar entre los diversos elementos del entorno, reducir la intensidad de unos e incrementar la de otros e implica un esfuerzo por mantenerse atento al estímulo seleccionado.
La concentración permite suprimir pensamientos que no son necesarios de inmediato y que interferirían en lo que se está haciendo. Es fundamental y es requisito previo a la inteligencia. Es esencial para centrar la mente, percibir lo que sucede alrededor y ayuda a discernir entre estímulos. Es necesaria para comprender lo que se lee u oye y para la formación de la memoria ya que se recuerda aquello a lo que se le presta atención.
Leerle a los niños es una actividad que estimula la concentración ya que les permite aprender a escuchar y a prestar atención y se le enseña que los momentos tranquilos son importantes. La lectura, especialmente la que se hace en voz alta, les ayuda a controlar el ritmo en el que se recibe y entiende la información porque pueden detenerse y releer, discutir, preguntar, según requieran. La imaginación y la memoria también se desarrollan por medio de la lectura y son herramientas importantes en la vida del niño.
La concentración se desarrolla con el tiempo, pero no es automática, se debe ejercitar. Algunos principios fundamentales para mejorar la concentración en los niños son el evitar las interrupciones cuando estén realizando alguna actividad. Buscar que colaboren en vez de querer controlar la situación. Es necesario alentarlos a realizar cosas en vez de desmotivarlos o disuadirlos. Es importante que terminen lo que inician y si es necesario, ayudarles a prestar atención señalando puntos importantes a tomar en cuenta respecto a lo que están realizando. Es necesario recordar que los niños pequeños van desarrollando capacidades cognitivas, solamente pueden retener un par de cosas a la vez. Una lista grande de instrucciones pueden abrumarlos y más cuando se les reclama por no cumplirlas.
Aquellos niños a los que se les dificulta concentrarse no sólo presentarán problemas en la escuela y de índole intelectual sino también emocional ya que pueden experimentar frustraciones derivadas de la falta de atención y aprendizaje que les generen conflictos sociales e interpersonales.
La Televisión
La televisión influye poderosamente en el comportamiento infantil. Permite que los niños absorban mucha información sin tener que participar ellos activamente impidiendo que realicen actividades multisensoriales. Al ver televisión se genera activación corporal (se tensan los músculos, se acelera el ritmo cardiaco) debido a que, aunque pareciera ser que se realiza pasivamente, genera una respuesta de alerta ante los sonidos, los colores brillantes y ruidos alarmantes.
Para cuando los niños tienen entre 5 y 6 años pueden copiar con facilidad lo que ven en televisión (tanto conductas como lenguaje), contenido que no siempre es apropiado para su edad. La televisión les da imágenes hechas e interfiere con su capacidad imaginativa. Hasta que cumplen 7 u 8 años pueden comprender la relación entre una escena y otra dentro del programa de tv, antes de eso cada escena es asimilada de manera aislada. Hay que tener cuidado a qué tipo de programas se expone a los niños, así como comerciales que en ocasiones interrumpen los programas infantiles y cuyo contenido no está diseñado para ellos.
El tiempo ideal para ver televisión es de una hora diaria entre semana y no más de dos horas diarias durante el fin de semana, complicado… pero posible. Como adultos ¿cómo modelan estas conductas en casa?¿Se tiene siempre prendido el televisor? ¿Se ven series enteras capítulo tras capítulo? Los comportamientos que observen de los adultos son los que los niños repetirán.
Los Videojuegos
Los videojuegos son programas que se ejecutan por medio de una consola o computadora mismos que contienen audio y video. Su objetivo es que el jugador logre superar una serie de obstáculos o genere estrategias para resolver un problema y lograr un propósito determinado. Existen muchos tipos de videojuegos, algunos ayudan a desarrollar habilidades, otros son educativos mientras que también existen aquellos cuya función es meramente recreativa y otros tantos se componen de un alto grado de violencia en sus gráficos y objetivos de juego.
Algunos efectos nocivos de los videjuegos son los siguientes:
- Pueden desencadenar crisis convulsivas en niños con antecedentes de epilepsia
- Pueden generar adicción a los videojuegos
- Problemas de socialización debido a la falta de ésta
- Agotamiento y cansancio del sistema nervioso apareciendo síntomas de depresión o ansiedad
- Sedentarismo nocivo propiciando aumento de peso y obesidad
- Irritación en los ojos
- Dolores de cabeza
- Dolores de cuerpo ocasionados por malas posturas
- Inflamación de la mano y muñeca por el uso prolongado de los controles de juego
Por otro lado, algunos de los efectos positivos del uso del videojuego son el que pueden facilitar las relaciones interpersonales al compartir juegos, jugar varios niños de manera simultánea, desarrollar la perseverancia para lograr llegar a un objetivo y favorecer la coordinación visual y manual. Para hacer un uso sano de los mismos es necesario monitorear el contenido, restringir su tiempo de uso y propiciar que exista la convivencia familiar y social evitando así que el niño pase periodos prolongados ante el monitor y el juego.
Tanto la televisión y los videojuegos son parte de la vida cotidiana. Su adecuado uso y regulación ayudan a tener una sana interacción con estos dispositivos. El objetivo principal es que no interfieran con el proceso de concentración de los niños y no deben excluir la exposición a la actividad física, juegos de destreza manual, socialización y otras actividades que contribuyan a su sano desarrollo.
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