El desempeño del niño en la escuela es algo que siempre está en la mira de profesores y padres de familia. Las calificaciones, los reportes, las juntas de padres, siempre tienen como objetivo revisar su avance y progreso. Para algunos la trayectoria escolar se vive con éxito, mientras que para otros, se sufre y se padece. A continuación se enlistan factores que contribuyen a que los niños presenten un rendimiento escolar positivo así como un progreso favorable dentro del contexto escolar.
- Selección de la escuela: cuando el tipo de escuela y las características del niño son compatibles, es mucho más probable que el niño se sienta cómodo, relajado y apoyado en su ambiente escolar lo cual favorece su rendimiento.
- Establecimiento de rutinas: Padres de familia que establecen rutinas y horarios en casa le permiten al pequeño vivir con menos estrés y ansiedad ya que sabe qué es lo que sigue después de cada actividad. Les ayuda a sentirse en control de su entorno, optimizan sus tiempos y son capaces de iniciar y terminar actividades con éxito.
- Adecuada higiene del sueño: Los niños necesitan dormir y dormir suficiente de acuerdo a su edad. El sueño permite a su cuerpo recuperarse y restablecer sus sistemas, además de que durante la fase de sueño profundo la glándula pituitaria o hipófisis segrega la hormona del crecimiento. De acuerdo a su edad los niños deben dormir la siguiente cantidad de horas:
- Niños pequeños (1-2 años) entre 11 y 14 horas
- Niños preescolares (3 a 5 años) entre 10 y 13 horas
- En edad escolar (6-13 años) entre 9 y 11 horas
- Adolescentes (14-17 años) entre 8 y 9 horas
- Adecuada alimentación y dieta: En este mundo con prisas, a veces resulta más fácil darles a los niños en edad escolar y adolescentes, dinero para comprar su refrigerio en el colegio. Si bien algunas escuelas tienen establecida ya la norma de no vender comida chatarra a los niños, no todas cumplen con este requisito. Se puede perder de vista qué están comiendo los niños si se realiza esto de manera habitual. Así mismo, es importante balancear los alimentos, incluir todos los tipos de comida en su dieta. El plato del buen comer sugiere la distribución ideal y combinación de alimentos que debe consumir una persona para su óptimo desarrollo y rendimiento.
- Desayunar: es bien conocida la frase “el desayuno es el alimento más importante del día” y es completamente cierta. Muchos niños no desayunan ya sea por falta de tiempo o porque dicen no poder probar bocado a tan temprana hora de la mañana. Lo cierto es que el desayuno es crucial para poder rendir bien en la escuela. Un cuerpo alimentado es un cerebro que rinde. El poner en ayuno al cuerpo y pasar un tiempo prolongado sin alimento (en promedio 12 horas desde que se cenó), pone al cuerpo en alerta y ocasiona que se conviertan en grasas aquello que se coma para instintivamente proteger al cuerpo de una nueva privación de alimento. El no desayunar también incrementa el riesgo de desarrollar diabetes y problemas del corazón. Aunque sea una fruta, un licuado o algún alimento ligero pero es importante que los niños coman algo saludable antes de iniciar su día escolar.
- Contar con un espacio adecuado para estudiar: En la medida de lo posible, contar con un área determinada dónde hacer la tarea que cuente con adecuada iluminación, ventilación, mobiliario y materiales favorece el trabajo de los niños y evita distracciones y pérdida de tiempo. Si es posible habilitar este espacio en casa debe evitarse ser utilizado para otros fines o atiborrar de cosas el escritorio por ejemplo, esto con la finalidad de que el niño tenga un lugar tranquilo y adecuado donde hacer sus tareas y preparar exámenes.
- Manejar una agenda o cuaderno de tareas: en la medida que los niños se acostumbran a anotar sus pendientes y son conscientes de las fechas en las que deben entregar sus tareas, proyectos, etc. reducen la posibilidad de perder calificación por olvidos u omisiones. Además la familia está enterada de fechas importantes como asuetos, festivales, entrega de notas, etc.
- Realizar chequeos médicos de manera periódica: así como se debe llevar el auto al taller después de determinado kilometraje para realizar su servicio, lo mismo ocurre con los niños. Es recomendable hacerles análisis y un chequeo general por parte de su pediatra antes de iniciar cada ciclo escolar. De esa manera se puede monitorear su crecimiento y desarrollo, así como detectar situaciones a atender de manera oportuna (ej. necesitan lentes), y evitar así en la medida de lo posible, enfermedades durante el ciclo escolar que les puedan hacer perder clases y atrasarse.
- Comunicación entre los padres de familia y los maestros: Al tener canales de comunicación establecidos entre padres y maestros, se permite notificar, avisar, retroalimentar de manera oportuna evitando recibir desagradables sorpresas y se evita tener que apagar fuegos de último momento.
- Reconocimiento y retroalimentación de padres hacia los hijos: Padres de familia que comunican sus expectativas, tienen apertura al diálogo y dan retroalimentación a sus hijos permiten que haya mejor relación y disposición de los niños a acudir a ellos en caso de tener alguna dificultad. Esto ayuda a la solución de problemas en una etapa temprana evitando futuras complicaciones.
Los puntos antes mencionados son factores que se han encontrado contribuyen al desarrollo positivo de los niños y contribuyen a un desempeño escolar adecuado. Lo importante es conocerlos y decidir qué se quiere aplicar con el propósito de ayudar a los chicos a mejorar su rendimiento.
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