El internet proporciona acceso a información de todo tipo, accesible por medio de un clic. Se ha convertido en herramienta indispensable para niños, jóvenes y adultos. Imaginar un mundo sin internet (o sin celular) para las nuevas generaciones es inconcebible. Así como pueden acceder a contenidos muy útiles también pueden exponerse a peligros de manera muy fácil. Dentro de estos peligros digitales existen el cyberbullying, el acceso a la pornografía y los depredadores digitales, mismos que se abordarán a continuación:

Bullying y Cyber Bullying:

El acoso escolar ha tomado otro giro a partir de la introducción de la tecnología a nuestras vidas. Anteriormente, el niño o joven que era vulnerado, corría riesgo en un escenario en particular (ej. el patio de la escuela, la cafetería, el salón de clases). Los medios para llevarlo a cabo eran agresiones directas ya sea físicas o verbales, conductas de exclusión en un contexto específico (ej. no te dejo juntarte conmigo en el recreo), el cuchicheo, hacer correr algún chisme dentro del grupo, etc. Sin embargo, al salir de ese escenario el niño o joven no tenía que enfrentar eso (hasta el día siguiente si volvía a la escuela y dichas conductas se repetían).  El acoso cibernético ha venido a sumar una variable aunada a las ya mencionadas, que vulnera en sobremanera al niño o joven cuando es víctima de acoso. También proporciona un falso sentido de valentía para el acosador lo cual puede llevar a incrementar la intensidad y violencia del acoso mismo al sentirse protegido por una pantalla.

Media Literacy Council (2017)[1] reporta que el impacto del acoso cibernético es mucho peor para las víctimas hoy en día debido a que:

  1.  La escala, la velocidad y el alcance de la tecnología hacen que las palabras y las imágenes permanezcan permanentemente en línea.
  2. Hay una «audiencia» en línea más grande que lo hace más vergonzoso.
  3. Parece que no hay escapatoria, ya que las burlas siguen a la víctima a casa.
  4. El ciberacoso puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar.
  5.  Es posible que los adultos no puedan intervenir ya que el acoso ocurre en línea donde los adultos no pueden ver.

¿Qué necesitas hacer en casa para prevenir el acoso cibernético?[2]

  • Si le proporcionas cualquier tipo de aparato electrónico a tu hijo con acceso a internet, correo, redes sociales, etc. Es muy importante platicar con ellos sobre el adecuado uso de estos medios. Enfatizar que no son para lastimar, agredir o vulnerar a otras personas y que nadie debe hacer esto a ellos tampoco. En caso de que llegara a suceder que se sientan violentados o reciban información de esta naturaleza es necesario que te la comuniquen.
  • Establece reglas y límites para el uso de los aparatos.
  • Utiliza filtros parentales.
  • Monitorea periódicamente el uso de los mismos, revisa historiales, chats, fotos, todo previa comunicación con tus hijos.
  • Predica con el ejemplo. Si tu tratas mal a otros, muy posiblemente tus hijos repliquen esas conductas.
  • Canaliza su energía de manera positiva, evita que recurran a los dispositivos para mitigar el aburrimiento.
  • Conoce a sus amigos y ten comunicación con la escuela.
  • Procura dialogar con tus hijos, interesarte por su día, actividades y estar en contexto de lo que viven en la escuela.

Si tu hijo es una víctima:[3]

  • Reporta a las autoridades escolares cualquier abuso o mal uso de redes sociales que tu hijo te comparta.
  • Mantén capturas de pantalla, mensajes de texto, correos electrónicos o cualquier evidencia de acoso cibernético.
  • Pide a tu hijo no responder a ese tipo de mensajes ni poner cosas por escrito, por video o imágenes hacia el acosador.
  • Si le es posible, pide a tu hijo que bloquee en todos sus dispositivos al acosador. El algunos casos deberá eliminar la cuenta misma. Solo asegúrate de guardar la evidencia antes de eliminar la cuenta.

Si tu hijo es un acosador:

  • Necesitas revisar con tu hijo qué está sucediendo, por qué está eligiendo ese tipo de conductas y qué te está comunicando. ¿Necesita atención? ¿Está enojado?
  • Platica con tu hijo sobre el respeto a los demás, muéstrale cómo ser empático.
  • Sé firme con las consecuencias, además de acatar las que la escuela impone, es importante que se disculpe con la víctima y repare el daño hecho.

Depredadores Digitales:

Lamentablemente el internet se ha prestado para llevar a cabo acciones que lastiman a otros. Los llamados depredadores digitales son personas o grupos de personas que se dedican a extorsionar, al robo de identidad, explotación sexual, trata de personas, estafar, etc. Todo esto por medio de engaños, perfiles falsos, páginas falsas, etc. para lograr recabar información y contactar a sus víctimas. Las poblaciones más vulnerables son los niños y jóvenes, los cuales, carentes de malicia, confían en los contenidos y las personas que les contactan por medio de redes sociales.

¿Qué puedes hacer en casa?

  • Informa a tus hijos sobre los peligros que puede haber en la red. Diles que existe la posibilidad de que alguien desconocido pueda acercarse a ellos en línea para obtener información personal, intercambiar fotos y/o encontrarse en persona. No deben aceptarlos en sus perfiles, ni chatear con gente que no conocen.
  • No deben compartir su ubicación en redes sociales ni subir fotos donde aparezcan con el uniforme del colegio, la fachada de su casa, fotos donde se alcancen a ver las placas de sus coches.
  • Infórmate qué aplicaciones y juegos utiliza tu hijo. Ayúdale a conservar sus perfiles en modo seguro (configura la privacidad para que no sean públicos). En los juegos en línea revisa con quién interactúa y coméntale que no debe compartir información personal.
  • Los menores de edad no deben tener perfiles de redes sociales, revisa bien los términos y condiciones de cada plataforma para conocer el límite mínimo de edad que la misma aplicación sugiere para iniciar su uso.
  • Obsérvalos, cualquier patrón de comportamiento distinto, objetos que no reconozcas (ej. regalos), cambios en su humor, rutinas, etc. son indicadores de que hay que dialogar para investigar qué está sucediendo.
  • Pídele a tu hijo que te comparta cualquier situación que lo haga sentir incómodo o con miedo. Si se acerca a ti, escucha, no sermonees, no te alteres, no regañes, permítele desahogarse y busquen juntos una solución. Procura mantener abierto el canal de comunicación y ayúdale a reflexionar sobre sus acciones.
  • Si tu hijo se acerca para compartirte alguna experiencia, por favor, CREELE, no minimizes ni desacredites sus sentimientos y vivencias, no compares ni te pongas a contar historias de cómo tú o cualquier otra persona (el abuelo, el tío, etc.) resolvió en su juventud algo así. Escúchalo.

Pornografía

Antes del internet, el acceso a la pornografía era mucho más complejo y limitado. Algunos varones adolescentes efectivamente lograban conseguir alguna revista de desnudos y la guardaban debajo del colchón. Hoy, hasta sin intención de buscar estos contenidos, hay páginas o búsquedas que pueden presentar acceso a estos sitios de manera fácil y ¡hasta gratuita!.

McCormak, A. (2016) proporciona los siguientes consejos sobre cómo abordar el tema de la pornografía con tus hijos:

  • Considera que hablar sobre pornografía es una extensión de hablar sobre sexo con tus hijos adolescentes. Acércate a ellos, dialoga y ten apertura a sus preguntas. Evita sermones y escucha. Investiguen juntos. Procura que te tenga la confianza para preguntarte lo que sea, eso evitará que esté buscando respuestas en el internet y que dicha actividad lo lleve a ponerse en contacto con información o sitios inapropiados para su edad.
  • Instala filtros parentales y bloquea de dispositivos el acceso a páginas con contenido para adultos.
  • Háblales sobre la importancia del consentimiento (la autorización y el permiso que ambas partes deben darse antes de iniciar cualquier tipo de contacto sexual). Háblales de la importancia del respeto, del respeto a ellos mismos y de que la pornografía es una actuación, no refleja en realidad el significado de amor y confianza que implica una relación sexual entre personas que se quieren.
  • Clarifica con ellos que las personas no son objetos sexuales y no deben, nunca, tratar a alguien como si fuera un objeto.
  • Los jóvenes pueden estar avergonzados o cohibidos respecto a estos temas. Puedes iniciar la conversación con una frase como: «Puede ser vergonzoso o difícil hablar sobre sexo conmigo, pero creo que es importante que hablemos». Cuanto más lo hagas, más fácil será, ya que se convertirá en una conversación normal entre ustedes.
  • Permite que la conversación fluya, no te sientas obligado a dar muchísima información en un solo momento. Puedes tener varias conversaciones a lo largo del tiempo.

Tomando en consideración lo antes expuesto, puedes prevenir en mayor medida el que tus hijos se expongan a situaciones de riesgo por medio del internet. El diálogo, la confianza, tu presencia, acompañamiento y apoyo son clave para instruir a tus hijos en el uso adecuado de estos medios y aminorar el riesgo que corren al utilizarlos.

 

Referencias:

Elgersma, C. (2017). The Facts About Online Predators Every Parent Should Know. Common Sense Media. En: https://www.commonsensemedia.org/blog/the-facts-about-online-predators-every-parent-should-know. Consultado el 25 de febrero 2020.

McCormak, A. (2016). Why and how to talk to children about pornography. The Irish Times. En: https://www.irishtimes.com/life-and-style/health-family/parenting/why-and-how-to-talk-to-children-about-pornography-1.2692131. Consultado el 25 de febrero 2020.

Media Literacy Council (2017). Clique, Click. Bringing up Children in the Digital Age. www.medialiteracycouncil.sg

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