Es una realidad que los niños hoy en día están expuestos a una cantidad enorme de estresores. La tecnología los ha acercado a poder estar al tanto de eventos locales y mundiales como terrorismo, secuestros, desastres naturales, etc. que puede generar mucho estrés y ansiedad. Por por otra parte la paternidad orientada al logro ha puesto demandas adicionales en los niños[1] por tener la necesidad de sobresalir en actividades académicas, deportivas, extracurriculares y dentro del mismo hogar.

Muchos niños se viven con agendas saturadas sin posibilidad de descansar o simplemente jugar. Los niños pueden manifestar su estrés por medio de comportamiento inusual como el querer estar más apegados a los adultos de referencia, presentar trastornos del sueño, quejas físicas de dolores de cabeza y dolor de estómago, enfermarse con frecuencia, cambiar sus patrones de alimentación, etc.  Como padres, para poder ayudar a nuestros hijos a liberarse del estrés tenemos que empezar por nosotros mismos. Lite, L. (2014)[2] ofrece un pequeño y rápido cuestionario para saber si nosotros los adultos estamos estresados.

Mamá, papá, a continuación responde para tí mismo las siguientes preguntas:

  • ¿Estás realizando más actividades de la cantidad con la que te sientes cómodo(a) en un día?
  • ¿Está diciendo «sí» a actividades a las que desearías no haber accedido?
  • ¿Estás durmiendo menos?
  • ¿Te encuentras gritandole más a tus hijos?
  • ¿Estás olvidando cosas y extraviando tus llaves?
  • ¿Estás gastando más dinero del que quieres?
  • ¿Hay algún cambio en tu rutina?
  • ¿Sientes que pasas más tiempo en tu auto que en casa?
  • ¿Son los restaurantes de comida rápida tu principal fuente de comidas?
  • ¿Te enfermas más a menudo?

Una respuesta afirmativa a cualquiera de las preguntas anteriores indica un aumento en el estrés. Si estás estresado(a) muy posiblemente tus hijos también lo están. Pero entonces ¿Qué actividades puedes hacer en casa con tus hijos para reducir el estrés?

Lite, L. (2014)[3] sugiere 10 actividades fáciles de llevar a cabo y que pueden contribuir enormemente a mejorar el estado de ánimo de los niños y jóvenes y tuyo como papá o mamá también:

  1. Crea arte: ¡Apaga las pantallas y colorea o pinta!. Puedes utilizar materiales que tengas en casa, utiliza tu creatividad, pueden usar colores, crayolas, acuarelas, hasta papel y pluma para hacer garabatos. Pueden pintar con gis en el patio, usar agua para hacer formas en la banqueta, el cielo es el límite. Si agregas música a la actividad puede ayudarles a dejar salir el artista que llevan dentro.
  2. Escuchar música: Es bien sabido que la música reduce el estrés y puede usarse para relajarse, inspirar, motivar, concentrarse y sanar. Existe mucha música relajante disponible de manera gratuita en Spotify o YouTube por ejemplo. Hay listas de reproducción con sonidos de la naturaleza o diseñadas para meditar o simplemente relajarse. El cerrar los ojos, hacer respiraciones profundas y escuchar música de ese tipo puede hacer una gran diferencia en su día.
  3. Escriban: La escritura puede ayudarnos a liberarnos de emociones desagradables. Por ejemplo podemos escribir un final alternativo (y positivo) a un acontecimiento desagradable o triste que sucedió. También podemos hacer los niños escriban  algo por lo que están agradecidos. Un ejercicio que funciona muy bien es pedirle al niño que escriba algo de lo que quiere deshacerse en un trozo de papel y luego pedirle que lo desmorone, lo rompa en pedazos o lo aviente hecho bolita a la basura.
  4. Bailar: Mover el cuerpo ayuda a que desarrollemos coordinación, nos ofrece liberación emocional, permite desahogarnos y reducir el estrés. Los niños pueden utilizar el baile para sacudir emociones poco placenteras.
  5. Tomar descansos cerebrales: Significa detener cualquier actividad en la que se encuentre actualmente y darse un respiro. Aquí hay algunas cosas que tu hijo puede hacer cuando necesita una pausa: zumbar como una abeja, tararear, centrarse en su respiración, apagar todas las pantallas, conducir con la radio apagada para disfrutar del silencio, quitar el sonido a la TV cuando hay comerciales, garabatear, pasar los dedos por un tazón de arroz, frijol, semillas crudas, rodar una pelota de tenis bajo los pies, sostener una roca lisa en su mano o apretar una pelota antiestrés.[1]

Cuando necesiten un descanso para el cerebro, pueden acostumbrarse como familia a anunciar que están tomando un descanso cerebral y de esa manera toda la familia está en sintonía y podrán disfrutar de ese momento.

  1. Hacer jardinería y salir a disfrutar la naturaleza: Salir a tomar aire, el poder sembrar o cosechar les da un sentido de responsabilidad y logro, les enseña a tener orden y paciencia, les ayuda a reducir el estrés, aumenta su creatividad y permite tener tiempo de convivencia con sus padres, hermanos o amigos.
  2. Cocinar juntos: Muchas culturas consideran que la comida es una representación de amor y seguridad. Cocinar juntos y crear lazos y recuerdos profundos. Pueden preparar cosas sencillas juntos o probar recetas nuevas o aquellas preferidas por ustedes para después saborear el momento.
  3. Reírse: Ayuda a liberar endorfinas, mejora la circulación y el sistema inmunológico. El reír hace muy complicado poder seguir enojado. Pueden contar un chiste, ver un video gracioso y simplemente tomar el tiempo para reír y liberar emociones profundamente arraigadas lo que les ayudará a reducir el estrés casi de forma inmediata.
  4. Desconectarse de las pantallas y abrir  los libros: La lectura le da a tus hijos la oportunidad de detener su mente y concentrarse en la historia. Les da tiempo para ellos y para tí para compartir juntos y relajarse.
  5. Dormir lo suficiente: los niños necesitan rutinas, ayúdalos a relajarse apagando las pantallas, dándose una ducha tibia antes de acostarse, evita en su dieta las comidas con alto contenido calórico o grasoso para la cena y asegúrate de establecer el ambiente para ayudarlos a dormir más fácilmente (atenuar las luces, las pijamas cómodas, reducir el ruido).

Como se puede apreciar, no siempre podremos estar en control de las situaciones para evitar sentir estrés, sin embargo las técnicas aquí propuestas se pueden llevar a cabo de manera sencilla, son accesibles para todos en mayor medida y bien llevadas pueden ayudar a incrementar la calidad de vida de toda la familia. ¿Qué esperas para ponerlas en práctica?

Lite, L. (2014). Stress Free Kids. A parent’s guide to helping build self-esteem, manage stress, and reduce anxiety in children. Adams Media: Avon, Massachussets. Kindle Edition: https://leer.amazon.com.mx/?asin=B00GVHTW1Y

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