Los padres que nutren son aquellos que pueden cubrir y atender las cinco necesidades básicas de los niños explicadas por Newmark, G. (2008). Todo niño tiene la necesidad de sentirse respetado, seguro, incluido, aceptado e importante. Cuando los padres están conscientes de estas necesidades y buscan prepararse para ofrecer escenarios donde los niños puedan vivirse de esa manera, podrán sentirse más satisfechos en sus métodos de crianza infantil.

  1. Necesidad de ser respetado:  Los niños requieren sentirse respetados, tratados de manera cortés, educada, considerada, tomando en cuenta su individualidad y merecedores del mismo trato como se le daría a cualquier otra persona. Sencillos actos de cortesía puede hacer mucho por los niños. Por ejemplo, en vez de decirle al niño que no moleste ahora porque no se tiene tiempo, se le puede decir amorosamente que en este momento no se le puede atender, pero acordar con él un momento próximo en el que se le brindará la atención necesaria (¡y cumplirlo!).  Los padres que nutren son corteses y educados con sus hijos, hablan con la verdad sin mentirles, si los niños se equivocan o fallan no los etiquetan con frases denigrantes como “eres un flojo”, “no sabes hacer nada bien”, etc.  También se dan a la tarea de escuchar a sus hijos, platicar con ellos y procurar no interrumpir o juzgar para lograr tener toda la historia y panorama completo sobre determinada situación. Son capaces de disculparse, agradecer y pedir perdón cuando sea necesario.
  2. Necesidad de sentirse seguro: Un ambiente donde un niño puede sentirse seguro es aquel donde se resuelven los conflictos de manera constructiva, se sienten escuchados y acompañados, existen reglas, rutinas, estructura y límites los cuales permiten al niño conocer las características de su ambiente y lo que se espera de su comportamiento. La relación armónica entre los miembros de la familia también genera tranquilidad a los niños y un sentimiento de estabilidad.
  3. Necesidad de sentirse incluido: Para los niños (y humanos en general), sentirse parte de un grupo es necesario y les ayuda a generar identidad y seguridad. Los padres nutricios generan comunidad dentro de su sistema familiar. Propician el apoyo entre todos los miembros de la familia. Cuando los niños se sienten seguros e incluidos en su familia, serán más resistentes a situaciones adversas del ambiente. Si bien hay actividades en las que no se puede incluir a los niños, sí se puede procurar otras tantas donde sí puedan ser partícipes y se sientan tomados en cuenta.  Generar tradiciones y rituales familiares ayuda a los niños a sentirse incluidos.
  4. Necesidad de sentirse aceptado: Los niños tienen derecho a expresar sus emociones, sentimientos, ideas que reflejan su propia personalidad. La crianza nutritiva permitirá que lo hagan de manera respetuosa. Los padres nutricios no se asustan si sus hijos expresan opiniones diferentes a las suyas o si no coinciden en los mismos gustos. No pretenden criar hijos perfectos ni versiones suyas en pequeño.  De ninguna manera ridiculizan ni minimizan el sentir de sus hijos. Los escuchan y acompañan para encontrar la mejor solución en caso de presentar alguna dificultad. Aceptar los sentimientos de los niños no significa que se deba estar de acuerdo con ellos, sino reconocer que el niño se siente de determinada manera y ayudarle en esa situación para aprender a manejar sus emociones.
  5. Necesidad de sentirse importante: desde pequeños los niños buscan sentirse importantes, reafirmar su valía e independencia. Si se sienten valiosos y desarrollan esto de manera constructiva evitarán involucrarse en conductas destructivas para llamar la atención. Los padres nutricios evitan sobreproteger a los hijos, les dan espacio para experimentar e intentar las cosas (siempre salvaguardando su integridad) y balancean la cantidad de “sí” y “no” que dan a los hijos evitando caer en la permisividad. Estos padres escuchan a sus hijos y evitan minimizar sus experiencias o sentimientos. Les ayudan a colocarlos en perspectiva e idean junto con ellos formas para resolver problemas. El incluir a los niños en la toma de decisiones (de acuerdo a su edad y circunstancias) también contribuye a generar su sentido de valía.

Pudiera parecer utópica la idea de un padre nutricio perfecto. No se pretende generar adultos perfectos con estrategias de crianza impecables. Lo que se busca es hacer explícitas las necesidades de los niños para que cada adulto, de acuerdo a su historia y circunstancias pueda decidir qué cambios hacer, reconocer sus aciertos y tal vez aspirar a generar cambios dentro de su sistema familiar.

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